miércoles, 26 de enero de 2011

Uno de los tantos dieciseis de noviembre de dos mil ocho

El domingo invade las calles del barrio bañandolas con la luz cálida de un dia primaveral, reina el silencio por sobre los complicados momentos de cualquier vida ajetreada. Todos toman su merecido descanso mientras yo camino por las veredas arboladas de aca para alla, musica en mis oidos y un cigarrillo me ayudan a pensar con claridad: Cada paso sera uno nuevo y quiero llegar a la felicidad caminando.

Nadie me dijo que iba a ser fácil, alli en el horizonte esta mi objetivo a lograr. Caminando quiero alejarme de este dia tranquilo y soleado que aun asi es incapaz de evitar que llueva en mi mente, en mi alma.

Sin embargo te lo prometi, volveremos, creceremos juntos, renaceré, el horizonte sera mio, nuestro. No habra grano de arena que se me escurra de las manos, no habra besos que nos queden por la mitad.

Verás...

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