martes, 1 de marzo de 2011



Un barco que no esta maldito es una triste cascara flotante. Para hacer historia, para que tu nombre y tu bravura dejen un tajo en el oceano, es necesario llevar un fantasma en la proa.
Cualquier tormenta con un poco de criterio prefiere hundir un transporte de baratijas que una nave de condenados.

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