Romeo y Julieta la semana pasada en el parque Rivadavia.

-Julieta: ¿Es muy comprometedor proponerte hacernos el amor?

-Romeo: (frio y pensativo) Es interesante, pero un poco fuerte la propuesta ¿Estás segura?

-J: Hace tánto tiempo que no hago el amor que ya casi me olvidé como se siente. (pausa) Si, estoy segura de querer hacer el amor, pero no estoy segura de querer hacerte el amor, ¿me entendés? Porque si bien me pareces hermoso, interesante y también te quiero mucho no se si estoy dispuesta a entregar tanto de mi. Yo no hago el amor con cualquiera.

-R: Te entiendo, me pasa lo mismo. Es arriesgado. En una de esas la pasamos tan bien que nos terminamos enamorando... (corrijiendose) bah, "enamorando", creyendo que estamos enamorados, mejor dicho. Y vamos a pensarnos haciendo el amor por siempre cada vez que nos veamos y eso ya sabemos que no es posible, ¿O no?

-J: Si, tenés toda la razón. Yo no quiero distraerme de mi propia vida por querer hacerte el amor todo el tiempo, es contraproducente, pero en este momento quiero hacer el amor. 

-R: (conciliador) Bueno, podemos tener sexo y eso sería un punto medio.

-J: Pero ambos sabemos que en cuanto nuestras pieles se rocen y nuestras pupilas se encuentren, los suspiros saldrán del fondo de las entrañas y el sudor será dulce y cálido. Sonreiremos mientras nos amamos, deslizarás tus delicados dedos a lo largo de mi cabellera, retardaremos el pulso de los segundos con tal de disfrutar cada centimetro de nuestra desnudez, jugaremos entre las sábanas y acabaremos juntos con una sonrisa y una lágrima.

-R: es cierto... (decidido) bueno, hagamoslo, pero el viernes que viene tengo partido, no me esperes.

-J: Ok.