Una cita con el horizonte

domingo, 30 de agosto de 2015

Se llamaba ironia

y no puedo jurar que me engañaba cuando me mentia...

Publicado por El sonido del Alma en 0:24

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Estas son las palabras
que no me pueden quedar atrás de los dientes,

entre el paladar y la lengua,
adentro de mi boca.

También son las imágenes
que pueblan mi imaginario,
el album de fotos de mi cuerpo sutil.

Pero como es todo tan mio no quiero molestarlos...
si llegan aqui sean lectores de contrabando,
no avisen, pasen y vean,
no los estoy esperando.

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Pequeñas Delicias

Tomar mates en el patio
A la hora de los pajaritos.

De vez en cuando hay que dejar que el otoño suceda para que la primavera conserve su belleza.

Se llamaba utopia,
me gusta imaginar que me engaño cuando se despedia

El otoño cerebral

Reite que esta buenisimo

Las cosas son asi:

Tengo el telefono del FREAK

que esta deseoso de v o l a r t e la c a b e z a

Nunca te vi llorar.
Ahora que lo pienso,
nunca.

¿Qué muralla levantaste
al final de la playa
para que la marea
jamás llegue
a la vereda?

¿Qué pobre ventaja conseguís
andando por la vida
torciéndoles los brazos a las hadas,
apretando los dientes?

Es cierto,
alguna vez dijiste
que un día
decidiste
que ya nada te haría daño.

Le deseo
a tu engaño
que
se
d
e
s
m
o
r
o
n
e
.
Pronto.

Nunca te ví llorar, Pedro Aznar.

Nada puede el mundo
contra un hombre
que canta en la miseria

Listen to each drop of rain

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CABARET

En el parque rivadavia pensando que...

Algunas personas tienen el don de olvidar que son mortales

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